lunes, 25 de mayo de 2009

EL PETATE DEL MUERTO

López Obrador es carismático e increíblemente hábil, pero por desgracia vive en el maniqueísmo (“quien no está conmigo está contra mí”) y es víctima de una profunda ignorancia, por lo que sus ambiciones inyectan permanentemente un ánimo de confrontación en la sociedad y en la clase política —aunque no es el único, Germán Martínez y el PAN también hacen lo suyo— en momentos en que partidos y gobierno deberían trabajar para sacar a México de la crisis económica, política, de seguridad y de valores que vive desde hace ya tres lustros.
La poca memoria de los mexicanos permite a AMLO hacer juicios sumarios y exhibir una autoridad moral sin sustento, pues su gobierno en el Distrito Federal distó mucho de haber sido ejemplar, se dedicó más al relumbrón y a obtener recursos para la campaña presidencial de 2006 (todos vimos a René Bejarano recibiendo miles de dólares de Carlos Ahumada) y dejó que la infraestructura de la capital se desplomara, a grado tal que el Drenaje Profundo estuvo a punto del colapso.
Así las cosas, El Pejelagarto ha inventado todos los complots habidos y por haber: la desaparición del Seguro Social, la venta de Pemex y, ahora, la privatización del transporte público en la Ciudad de México, las cuales no han ocurrido y sabe que no pasarán, por lo que se lanza y autodenomina defensor único de los bienes de la patria, sabedor que no habrá tal entrega del patrimonio nacional y seguro de poder alzarse como el salvador de México. Una chifladura, sí, lo malo es que no la creemos.....

No hay comentarios: